Estas galletas saludables de almendra te encantarán. Es el postre perfecto para el día a día, sin culpa y con muchos nutrientes.
Claro que hay que tener en cuenta que nada es bueno en exceso, pero es una muy buena opción para el antojo de algo dulce.
He visto que hay muchas interpretaciones de lo que significa un postre saludable. En esta ocasión yo te traigo una receta que a mi parecer es perfecta; Primero no contiene gluten, hay muchos beneficios de hacer recetas sin gluten, por ejemplo ayuda a que no haya un proceso inflamatorio en el cuerpo, aunque todavía se está investigando sobre el tema.
En vez de utilizar harina de trigo, vamos a utilizar harina de almendra, que aparte de que aporta un sabor delicioso a la receta también agrega un valor nutricional importante ya que las almendras tienen muchos beneficios. Por ejemplo, son antioxidantes y contienen vitaminas y minerales, como la vitamina E, calcio y fósforo.
Esta receta tampoco contiene azúcar, no eleva azúcar en sangre, lo cuál permite que muchas personas puedan consumir estas galletas.
También es sabido que el azúcar en cantidades altas no es buena y de hecho la OMS recomienda no consumir más de 25g al día, que son menos de 2 cdas. y te sorprendería saber cuantos alimentos les adicionan azúcar que ni siquiera sabemos. Utilicé monk fruit o fruto del monje, ya que ahorita me parece una de las mejores opciones que hay, pero puedes utilizar algún otro sustituto de tu preferencia.
En la receta utilizo 1/2 taza de fruto del monje, el que usé tiene una conversión de 2 a 1, quiere decir que por 2 cdas. de azúcar se utiliza 1 de fruta del monje. Debes tomar esto en cuenta ya sea que utilices otro sustituto o que la conversión del fruto del monje que utilices sea diferente. Si utilizas uno que sea 1 a 1 te recomiendo coloques 3/4 de taza. Otro punto a tomar en cuenta es la presentación en la que venga, yo estoy utilizando uno granulado para esta receta, que es el que te recomiendo, ya que tratamos de compensar el volumen que ocuparía el azúcar. Hay unos que vienen en sobrecitos y la conversión es muy distinta, en ese caso normalmente se calcula 1g (1 sobrecito) por 10g de azúcar, pero como te decía para esta receta no lo recomiendo.
Dentro de la receta también encontramos aceite de coco, que al igual que las almendras, contiene muchos beneficios para la salud. Puede ayudar a acelerar el metabolismo y ayuda a matar patógenos como ciertos virus, hongos o bacterias.
Por último para agregar aún más valor nutricional sustituí el huevo con chía o «huevo de chía». Hacerlo es muy sencillo, ya que sólo debes dejar remojando 1cda. de chía en 2cdas. de agua.
La chía también es antiinflamatoria y antioxidante pero además, otro dato importante es que contiene ácidos omega 3, los cuales contribuyen a que este ingrediente sea un protector cardiovascular.
1.Esta receta es muy sencilla así que comienza precalentando tu horno y pesando los ingredientes secos en un bowl.
2. Éstos serían; la harina de almendra, bicarbonato, pizca de sal y el fruto del monje.
3. Ahora vas a hacer el huevo de chía. Remoja 1cda. de semillas de chía en 2cdas. de agua purificada y deja reposar por 10 minutos.
4. A continuación integra los ingredientes húmedos; la mantequilla de almendra, el aceite de coco y la esencia de vainilla.
5. También es momento de agregar el «huevo» de chía. Mezcla bien todos los ingredientes hasta formar una masita.
6. Forma las galletas, puedes hacer unas bolitas y después aplanarlas, las puedes dejar tan gruesas o delgaditas como gustes esto también dependerá de qué tan crujientes las quieres, si gustas que se doren un poco más puedes dejarlas más delgadas.
7. Para que no se peguen puedes engrasar y enharinar la charola (con la harina de almendra si no puedes consumir gluten) o puedes utilizar papel encerado o un tapete de silicón como lo hice yo.
8. Hornea a 180ºC de 15 a 25 minutos dependiendo de tu horno y de qué tan suaves o crujientes las quieras.
9. ¡Y listo! Déjalas enfriar para que acaben de solidificarse. Revisa que no estén crudas antes de sacarlas del horno, que estén ligeramente doraditas, pero de igual forma recuerda que al enfriarse se ponen un poco más duritas.
10. Consérvala en un recipiente hermético y te pueden durar de 1 a 2 semanas. ¡Que las disfrutes!
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